El incendio forestal que arrasa La Palma desde la madrugada de este sábado ha pasado, a petición del Cabildo, a nivel 2 de gravedad. Las llamas, cuyo foco se encuentra en el municipio canario de Puntagorda, afectan ya a 4.500 hectáreas de la isla. En consecuencia, el fuego se ha tragado 13 viviendas y alrededor de 2.020 personas han sido desalojadas.
Se trata de un incendio de interfaz y forestal con gran potencial, que está emitiendo focos secundarios a 200 metros de distancia hacia zonas tanto de cultivos como de matorral y pinar.
Así lo ha confirmado el presidente de Canarias, Fernando Clavijo Batlle, tras desplazarse a primera hora a la isla palmera. En la rueda de prensa, el gobernante ha asegurado que el fuego está «fuera de control». También ha explicado que, debido al viento y a las condiciones meteorológicas, se expande de forma preocupante.
Clavijo también ha pedido responsabilidad a la población, dado que se espera que la extinción de las llamas se complique debido a las fuertes rachas de viento que, según el parte meteorológico, cambiarán durante la noche del domingo.
A pesar de las alarmantes noticias, ya se han movilizado los dispositivos de control forestal para estabilizar y apagar las llamas. Más de 300 efectivos se encuentran luchando para detener el avance desde tierra.
Si bien el incendio es responsabilidad del Gobierno de Canarias al ser de gravedad 2, el presidente Pedro Sánchez ha transmitido su apoyo a la población canaria y ha mandado dos hidroaviones desde la península.
Sánchez también ha prometido poner a su disposición «todos los medios necesarios» para extinguir las llamas. Por el momento, además de los aviones, también ha aportado 150 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que se han sumado ya a los efectivos del Ministerio de Transición Ecológica.