Un bebé de nueve meses murió en Florida, Estados Unidos, después de que su madre, de 17 años, pusiera presuntamente en su biberón una dosis de fentanilo suficiente para matar a diez personas.
El Sheriff del Condado de Nassau, Bill Leeper, confirmó en una rueda de prensa que la joven ha sido detenida por unos hechos que sucedieron en junio. La adolescente se enfrenta a cargos de homicidio agravado y posesión de substancias controladas. Ella confesó a los investigadores que pensaba que el fentanilo era cocaína, y que introdujo la droga en el biberón del pequeño «para hacerlo dormir porque estaba cansada y quería echarse una siesta».
Al ver que el bebé dejó de respirar, la madre llamó a la Policía, que lo encontró inconsciente en el suelo sin pulso. Tras trasladarlo a un hospital, el pequeño fue declarado muerto.
«La madre dijo en un principio que no sabía qué había pasado, que ella había puesto al bebé a dormir y no pudo despertarlo», dijo el sheriff. Sin embargo, el pasado lunes, los investigadores recibieron un informe del forense que indicaba el hallazgo del fentanilo en la sangre, tal y como ha explicado CBS.
Los agentes encontraron el biberón del pequeño, y descubrieron rastros de la droga. Citaron a la madre para un interrogatorio, y ella cambió su historia varias veces, hasta acabar confesando.
La joven dijo a los policías que quería que el pequeño se durmiera, y encontró en el baño de su casa lo que creía que era cocaína, que añadió al biberón que el bebé se tomó entero. «Lo acostó y nunca se despertó», manifestó el sheriff. «¿Qué clase de madre haría eso? Solo una persona enferma».
La joven, que se encuentra en prisión provisional, ha comunicado a los agentes que cree estar embarazada de nuevo.