Este fin de semana se cumplen 500 días desde que Vladimir Putin, presidente de Rusia, decidiera invadir su país vecino, Ucrania. Desde entonces, el conflicto sigue enquistado con numerosas bajas por ambos bandos pero con un gran derrotado: el pueblo ucraniano.
Se estima que desde que estallara el conflicto en febrero de 2022, un 78% de los ucranianos han perdido a algún ser querido o amigo en la guerra, y se calcula que 6,8 millones de ucranianos (de una población de 30 millones) son ahora refugiados.
Además, la economía de Ucrania se ha desplomado casi un tercio el año pasado, con una inflación que se disparó al 30%, empujando a siete millones de ucranianos a la pobreza.
En un reportaje con motivo de los 500 días de guerra, el diario británico The Sun ha hablado con algunos de los testigos del conflicto. Una de ellas es la anciana de 76 años Alla Drozd.
Esta mujer tiene que trasladarse todos los días a por agua después de que los rusos volaran la represa de Nova Kakhovka el mes pasado. «Odio a Putin por lo que le ha hecho a mi país. Y lo odio por obligarme a recolectar agua todos los días a mi edad», dice la mujer.
«Pero las mujeres ucranianas somos fuertes, ya sea en primera línea o dirigiendo el hogar. Y nuestros niños son fuertes y nuestros hombres son fuertes. Juntos, somos demasiado fuertes para que Rusia gane», dice sin embargo.