Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Honduras (C.E.H.), expresan su voz como Pastores de la Iglesia, ante la iniciativa de ley, para «Una educación integral de prevención al embarazo adolescente en Honduras».
Se trata de un tema delicado que ha movilizado a muchos sectores de nuestra sociedad, y creen que, lejos de provocar polémicas, es un tema que debe tratarse con profundidad, en la verdad y en la transparencia.
Las políticas educativas deben de ser claras y sanas, orientadas al respeto y dignidad de la persona humana, y conforme a la Constitución de la República de Honduras: los padres de familia son los primeros responsables de la educación de sus hijos (Art. 152).
La Iglesia, como Madre y Maestra, nos enseña que la familia es escuela del más rico humanismo y la primera escuela de virtudes sociales, que todas las sociedades necesitan. Es en el seno familiar donde recibimos las primeras nociones acerca de la verdad y el bien; y es ahí donde aprendemos lo que significa amar y ser amado; y, por consiguiente, aprendemos lo que significa ser una persona, con toda su riqueza, grandeza y dignidad. Por eso, estamos llamados a cuidar y proteger a la familia, como garante de valores y principios éticos, morales y cristianos.
La sexualidad humana es un don de Dios, es un lenguaje de amor y no puede reducirse a un pasatiempo banal, a un tema tabú o, mucho menos, a un «problema». Más bien, la sexualidad debe enfocarse, como lo dice dicha ley, desde una perspectiva integral. Es toda la persona la que es sexuada y, por lo tanto, como toda la persona, debe recibir educación.