En las afueras del tranquilo pueblo cubano de Bejucal, un camino lleno de baches que se pierde en la selva termina en una alambrada oxidada. Un cartel advierte: “No Pase. Zona Militar”. Lo que hay más allá sigue siendo en gran medida un misterio, aunque el gobierno de Estados Unidos ha sospechado durante mucho tiempo que China lleva a cabo una operación de recopilación de inteligencia en el sitio de la era soviética.
Y ahora, un agente retirado de contrainteligencia del ejército de Estados Unidos asegura que la base de espionaje administrada conjuntamente por China y Cuba cerca de La Habana tiene más de 30 años.
Chris Simmons, ex jefe de una rama de investigación de contrainteligencia en el Hemisferio Occidental en la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos, dijo en una entrevista con el Miami Herald que las agencias de inteligencia de EEUU tardaron nueve años en descubrir quién estaba detrás de las reparaciones y mejoras detectadas durante la década de 1990 en una “instalación de inteligencia de señales”.
“Vimos las mejoras durante una década, una evolución constante; claramente algo estaba pasando, pero no sabíamos qué. Y luego, en 2001, descubrimos que los chinos ya habían estado allí durante nueve años. Nos dijeron en ese momento que cuando llegaron los chinos en 1992, estaban incrustados en un solo edificio dentro de Bejucal, y eran 50 oficiales en esta instalación”, aseguró el ex agente al medio de comunicación.
El Wall Street Journal citó en el mes de junio a funcionarios estadounidenses diciendo que un nuevo esfuerzo de los servicios de seguridad de China estaba en marcha en Cuba, en momentos en que las relaciones entre Beijing y Washington están en mínimos de varias décadas. Pero estas nuevas declaraciones confirman que es una estrategia de décadas.
Estados Unidos cree que la base poco conocida, a sólo 187 kilómetros de Key West, Florida, se utiliza para interceptar comunicaciones electrónicas de Washington, según un documento de la Comisión Federal de Comunicaciones de noviembre de 2022.
“(El Partido Comunista de China) mantiene presencia física en instalaciones de inteligencia de la era soviética en Bejucal, en lo que parece ser una operación de recopilación de inteligencia”, señala el documento de la FCC, que cita un informe de 2018 de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de EEUU-China.
Estados Unidos dijo que China mejoró su instalación de recopilación de inteligencia en Cuba en 2019. Varios funcionarios del gobierno estadounidense habían denunciado durante mucho tiempo que el régimen de China podría usar sus compañías de telecomunicaciones para espiar.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, John Kirby, dijo el mes pasado que “no era un secreto ni una sorpresa que la República Popular China haya estado tratando de aumentar su influencia, su alcance y sus capacidades de recopilación de inteligencia en el hemisferio occidental y eso incluye la relación que han tenido durante bastante tiempo con Cuba”.
“Washington sabía que los chinos estaban comprometidos”, dijo Simmons al Herald. “Pero lo que se decía era que China simplemente aprovechó la oportunidad política debido al colapso de la Unión Soviética. Esa era la lógica DC simplificada. Pudimos ver los barcos entrando y las armas saliendo. Pero en su mayor parte, Washington no quería hacer las preguntas difíciles”.
Debido a que Cuba está tan cerca de los Estados Unidos, las señales de los satélites estadounidenses que se comunican con las estaciones terrestres pueden ser interceptadas por la instalación en Bejucal, dijo Simmons, por lo que la base les proporciona a los espías chinos y cubanos grandes cantidades de datos valiosos.
“Los cubanos han sido asombrosamente competentes en lo que llamamos análisis de patrones”, agregó Simmons. “Evalúan quiénes son los números importantes y pueden decirle que Chris Simmons, en promedio, hace tres llamadas telefónicas a este número para la CIA. Entonces no saben lo que estoy diciendo, pero solo el patrón les dice con quién estoy operando y qué es normal para mí”.