David Mccarthy, es ejemplo que los prejuicios se dejan atrás con el fin de cumplir nuestros sueños, todas las mañanas se levanta con la esperanza de alcanzar una meta.
Es en una de las calles del bulevar Morazán de Tegucigalpa que el joven de 21 años vende burritas, baleadas y desayunos típicos, su arduo trabajo lo motiva para cumplir su sueño de viajar al extranjero y allí establecerse.
“Decidí emprender porque no encontraba trabajo en este país, y como mi sueño es conseguir un trabajo en el extranjero, entonces estoy trabajando para ahorrar dinero”, dijo el joven ejemplar.
Luego de presentar este inspirador reportaje, nuestro director general, Eduardo Maldonado, quien tiene la visión de Dios de compartir con el prójimo no se quedó de brazos cruzados y comenzó a contactar a nuestros patrocinadores para que juntos pudiéramos brindar una ayuda al joven.
Fueron más de 100 libras de harina Gold Star que se le brindó al capitalino quien agradecido dijo: “No esperaba que me dieran esto, nunca me habían regalado algo tan significativo. Gracias HCH por ese regalo tan grande que me han dado”.