El Ejército israelí siguió actuando en el campo de refugiados de Yenín en una operación a gran escala, la mayor desde la Segunda Intifada, contra milicias locales que comenzó la madrugada del lunes y se ha saldado por ahora con un total de 10 palestinos muertos y unos 100 heridos.
La cifra de fallecidos aumentó está mañana ya que los servicios de la Media Luna Roja palestina encontraran otro muerto en las afueras del campo, en medio de un escenario de amplia destrucción y daños materiales por los combates de este lunes, aunque esta noche los choques parecieron tener relativamente menor intensidad.
Según concretó un portavoz militar en un comunicado, estas últimas horas las tropas «continuaron sus actividades antiterroristas».
Localizaron un pozo subterráneo que «se utilizaba para almacenar artefactos explosivos» y «desmantelaron dos salas pertenecientes a organizaciones terroristas» usadas para supervisar «la situación operativa» en la zona.
También «neutralizaron un lanzagranadas» y «confiscaron armas y equipamiento militar», en una fuerte operación llamada «Casa y Jardín» que este lunes incluyó una decena de ataques aéreos desde drones y una incursión terrestre con un millar de efectivos dentro del campo de refugiados de Yenín, uno de los epicentros de la resistencia armada palestina en el norte de Cisjordania ocupada.
La operación del Ejército está centrada en debilitar a la Brigada de Yenín, grupo armado que aglutina a varias milicias del campo y que ganó peso tras fundarse hace alrededor de un año.
Los intensos combates de ayer dentro las estrechas calle del campo de refugiados dejaron a sus residentes sin agua ni luz y pocas provisiones alimenticias, y durante la noche del lunes unas 3.000 personas fueron evacuadas ante el temor a que los choques pudieran recrudecerse.
Ante la situación, los equipos médicos de la Media Luna Roja «transportaron suministros de socorro urgente a Yenín paraayudar a los ciudadanos desplazados del campo», y entre otras provisiones repartieron «mantas, colchones, kits de higiene y agua».
A su vez, esta mañana el asesor de Seguridad Nacional de Israel, Tzaji Hanegbi, aseguró que la operación militar «está cada vez más cerca de lograr sus objetivos» y el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, afirmó anoche que podría durar «uno o dos días más».