Los hondureños cada día salen del país en busca de oportunidades para mejorar su calidad de vida y la de sus familias, pero no todo les es beneficioso, puesto que el gobierno de Estados Unidos está implementando leyes rigurosas contra los migrantes.
Por su parte, Itsmania Platero, defensora de los derechos de los migrantes, expresó su preocupación de entrada de vigencia de la ley SB 1718, que entró en vigor ayer 1 de julio y ha sido catalogada como «la ley migratoria más dura» del país.
La Ley SB 1718 fue aprobada el 2 de mayo por la Legislatura estatal de mayoría republicana, y DeSantis la firmó una semana después. La medida no solo castiga a las empresas que den trabajo a indocumentados con multas, sino a sus familiares y otros que los ayuden. Tampoco reconoce licencias de conducir emitidas por otros estados y obliga a algunos centros médicos a preguntar por el estatus migratorio de los pacientes.