La abuela del joven de 17 años que murió por los disparos de un agente de policía en un suburbio de París pidió el fin de la violencia que se desató tras su muerte, mientras las autoridades francesas se preparan para una sexta noche de disturbios.
La abuela de la víctima, Nahel Merzouk, hizo un llamado a los manifestantes este domingo, en declaraciones a BFMTV, filial de CNN: «Que no dañen las escuelas, que no rompan los autobuses, fueron las madres las que tomaron los autobuses».
«Estoy cansada», dijo la abuela, identificada por BMFTV como Nadia, y añadió que la madre de Nahel «ya no tiene vida».
Mientras tanto, las fuerzas de seguridad volverán a desplegar más de 45.000 policías y gendarmes por toda Francia en la noche de este domingo tras los violentos disturbios públicos, informó el gobierno.
Muchas de las personas detenidas desde que comenzaron las protestas este martes son menores de edad, dijo el ministro del Interior, Gérald Darmanin, quien añadió que la edad promedio de los más de 2.000 detenidos es de 17 años.
La situación en toda Francia este domingo ha sido menos tensa, con sólo algunas protestas esporádicas, pero la violencia normalmente se dispara después de la puesta del sol, según los productores de CNN en Francia.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se reunirá con el primer ministro del país, el ministro del Interior y el ministro de Justicia a las 19:00 hora local (13:00, hora Miami) para recibir una actualización sobre las últimas novedades de las protestas en todo el país, dijo el Palacio del Elíseo en un comunicado.
«Intento de asesinato»
En la madrugada de este domingo, el alcalde de un suburbio de París dijo que su domicilio fue atacado, lo cual calificó de «atentado» contra su familia.
«A la 1:30 de la madrugada, mientras me encontraba en el ayuntamiento como las tres últimas noches, unos individuos embistieron con su coche contra mi residencia antes de prenderlo fuego para quemar mi casa, en cuyo interior dormían mi mujer y mis dos hijos pequeños», dijo en un comunicado el alcalde de L’Haÿ-les-Roses, municipio de la periferia sur de París, Vincent Jeanbrun.
«Mientras intentaban proteger a los niños y escapar de los atacantes, mi mujer y uno de mis hijos resultaron heridos».
Jeanbrun dijo que no tenía «palabras lo suficientemente fuertes para describir su sentimiento ante el horror de esta noche» y agradeció a la policía y a los servicios de rescate.
La fiscalía de Créteil calificó el incidente de «intento de asesinato», dijo este domingo a la prensa el fiscal Stéphane Hardouin.
Según Hardouin, las primeras conclusiones de la investigación policial apuntan a que un coche en llamas «se lanzó a quemar el pabellón», y entró en la propiedad de Jeanbrun hacia la 1.30 de la madrugada, hora local.
«Al chocar contra un muro bajo, el vehículo se detuvo… antes de llegar al porche de la casa. Sólo chocó contra la puerta de entrada, junto con el vehículo de la familia», dijo el fiscal en una conferencia de prensa afuera del domicilio del alcalde.
La mujer del alcalde y sus dos hijos, de 5 y 7 años, huyeron por el jardín trasero. Mientras huía, la mujer del alcalde se hirió en la espinilla, que «parece estar rota», según el fiscal.
Hardouin también dijo que la policía científica encontró un acelerante del fuego en una botella de Coca-Cola. No especificó de qué sustancia se trataba.
«Se hará todo lo posible para encontrar a los autores y llevarlos ante la Justicia», concluyó el fiscal.
Francia se vio sacudida por una oleada de protestas tras la muerte de Nahel, un joven de 17 años de origen argelino a quien le disparó un agente de policía en Nanterre a principios de semana y cuyo funeral tuvo lugar este sábado en una mezquita del suburbio parisino en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.
La muerte del joven reavivó el debate sobre la actuación policial para con las comunidades marginadas de Francia y suscitó dudas sobre si la raza fue un factor determinante en su muerte.
Una página de GoFundMe en apoyo de la familia del agente de policía acusado de disparar mortalmente al adolescente había alcanzado casi 650.000 euros (US$ 710.000) en la tarde de este domingo.
La página fue iniciada por un comentarista de televisión de extrema derecha y afirma que el policía «sólo hizo su trabajo y ahora está pagando un alto precio por ello».
El agente fue acusado de homicidio voluntario y puesto en prisión preventiva, informó el fiscal de Nanterre a principios de semana.
En comparación, otra página de crowdfunding en apoyo de la madre de Nahel había recaudado más de 97.000 euros (US$ 105.000) al momento de redactar este artículo. En la página se lee que Nahel «deja atrás a una madre destrozada por la pérdida de su único hijo. Necesita nuestro apoyo para afrontar las largas pruebas que le esperan».
Cientos de detenidos
Mientras el gobierno francés desplegaba fuerzas de seguridad y agentes antidisturbios por todo el país, los disturbios continuaron con otra noche de protestas este sábado.
Más de 700 personas fueron detenidas en toda Francia durante la noche, según un recuento provisional del Ministerio del Interior.
El comunicado añadía que 45 policías y gendarmes resultaron heridos durante la noche, mientras que 74 edificios, entre ellos 26 comisarías de policía y gendarmería, sufrieron daños y 577 vehículos fueron incendiados.
La noche anterior, más de 1.300 personas fueron detenidas y se registraron 2.560 incendios en la vía pública.
Mientras tanto, China advirtió a sus ciudadanos en Francia que permanezcan alerta después de que un autobús que transportaba a un grupo de turistas chinos en la ciudad meridional de Marsella sufriera el destrozo de sus ventanas, lo que provocó múltiples heridos leves, informó el Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país en un comunicado este domingo.
El Consulado General de China en Marsella presentó una queja oficial e instó a las autoridades francesas a garantizar la seguridad de los ciudadanos y bienes chinos en medio de los disturbios.
El Ministerio no precisó cuándo se produjo el incidente ni cuántos heridos hubo. Todos los turistas del grupo abandonaron Francia.
