Los disturbios sacudieron ciudades de toda Francia el viernes por cuarta noche consecutiva a pesar del enorme despliegue policial, con autos y edificios incendiados y tiendas saqueadas, y el Ministerio del Interior reportó la detención de 1.311 personas en los incidentes por la muerte de un adolescente de 17 años a manos de la policía.
El gobierno movilizó a 45.000 agentes en todo el país para tratar de sofocar la violencia. Durante la noche, los jóvenes manifestantes se enfrentaron a la policía, provocaron unos 2.500 incendios y saquearon tiendas.
El funeral por Nahel, que ha sido identificado solo por su nombre, comenzó el sábado con un velorio. Más tarde se celebrará una ceremonia en una mezquita antes de ser enterrado en un cementerio del suburbio.
El gobierno sugirió que la violencia estaba comenzado a remitir gracias al refuerzo de las medidas de seguridad, pero los daños seguían siendo generalizados, desde París a Lyon o Marsella, e incluso en territorios de ultramar como la Guyana Francesa, donde una persona de 54 años falleció tras ser alcanzada por una bala perdida.
La selección nacional de fútbol — incluyendo la estrella Kylian Mbappe, el ídolo de muchos de los jóvenes que viven en los vecindarios desfavorecidos donde radica la violencia — pidió el final de la violencia.
“Muchos de nosotros somos de barrios de clase trabajadora, compartimos también este sentimiento de dolor y tristeza” por el asesinato de Nahel, dijeron los futbolistas en un comunicado. “La violencia no resuelve nada (…) hay otras formas pacíficas y constructivas de expresarse”.
En su lugar, este es un momento de “duelo, diálogo y reconstrucción”, añadió la nota.
El fatal tiroteo que acabó con la vida de Nahel quedó grabado en video, lo que avivó las tensiones entre la policía y los jóvenes que viven en complejos de viviendas sociales y luchan contra la pobreza, el desempleo y la discriminación racial. Los disturbios posteriores han sido los peores registrados en Francia en años y aumentan la presión sobre el presidente, Emmanuel Macron, quien exhortó a los padres a mantener a sus hijos fuera de las calles y culpó a las redes sociales de azuzar la violencia.
A primera hora del sábado, los bomberos de Nanterre sofocaron los incendios causados por los inconformes, que dejaron restos de vehículos carbonizados desperdigados por las calles. En el vecino suburbio de Colombes, volcaron depósitos de basura con los que se levantaron barricadas improvisadas.
En la ciudad portuaria de Marsella, saqueadores entraron en una armería durante la noche y se llevaron algunas piezas, según la policía. Los agentes realizaron casi 90 arrestos allí, mientras los grupos de manifestantes prendían fuego a autos y rompían escaparates de tiendas para robar en su interior.Protestas en Francia0 seconds of 38 secondsVolume 100%