La cantidad de personas sin hogar que está en los refugios de la ciudad de Nueva York superó las 100 mil, un récord que las autoridades atribuyen a los inmigrantes que llegan desde la frontera sur de Estados Unidos.
El secretario de prensa del ayuntamiento, Fabian Levy, reconoció que la ciudad llegó a un “punto de inflexión” y pidió más apoyo del gobierno. Sostuvo que ahora “se está atendiendo a más solicitantes de asilo que a neoyorquinos que llevan mucho tiempo sin hogar”.
De las 100 mil personas que están sin hogar, más la mitad son migrantes que se alojan actualmente en los cientos de albergues, hoteles o campamentos habilitados. Es la primera vez que los registros alcanzan los seis dígitos, un récord absoluto.
Bajo el mandato del alcalde demócrata Eric Adams, la ciudad gastó más de mil millones de dólares para albergar a los migrantes desde que comenzaron a llegar en grandes cantidades a principios del año pasado. Se estima que los costos alcancen los USD 4.400 millones para 2024.
Adams expresó que la ciudad “se enfrenta a una crisis humanitaria como ninguna otra antes” y que “miles continúan llegando cada semana”.
Señaló que este flujo ha llevado a su administración a abrir cerca de 170 puntos de emergencia para proveer a los inmigrantes con albergue temporal y reiteró que sin ayuda del Gobierno federal y una estrategia para trasladarlos a otros lugares a través del país, “no podemos seguir tratando a los solicitantes de asilo con la dignidad y la compasión que merecen”.
“Los nuevos centros ayudarán a aliviar algo de presión sobre un sistema que llega a su límite” mientras la ciudad continúa trabajando con socios para identificar otros refugios, señaló el comisionado de la Oficina de Manejo de Emergencias, Zach Izcol.
El flujo llevó a que la ciudad optara por enviar a inmigrantes a hoteles al norte del estado, donde han encontrado resistencia, y poner en marcha una iniciativa con iglesias protestantes y alguna musulmana para que hasta mil personas puedan dormir en los templos.