Más de 300 mil familias del corredor seco de Honduras podrían sufrir los grandes y cuantiosos efectos de la sequía, así lo indicó un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Este estudio se centró solo en Guatemala, Honduras y El Salvador como las naciones que “están viviendo una de las sequías más graves de los últimos diez años de Centroamérica, dejando a 3.5 millones de personas necesitando asistencia humanitaria”.
En cambio, en el territorio hondureño 2.6 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, calculan los expertos. En el territorio nacional esta realidad provoca un nuevo fenómeno: el migrante climático. Debido a la feroz sequía, los campesinos pierden sus cultivos y quedan sin fuente de ingreso, por lo que migran en significativas cantidades a otros países para sostener a sus familias, según explicaron las autoridades.