El hombre que mató a cinco personas en un club nocturno de Colorado Springs en 2022 fue condenado este lunes a cadena perpetua, después que las víctimas señalaron que el agresor era un “monstruo” y “cobarde” que persiguió a las personas en un ataque premeditado en un local concurrido por la comunidad LGBTQ+.
En el transcurso de una emotiva audiencia repleta de víctimas y familiares, Anderson Lee Aldrich, de 23 años, se declaró culpable de cinco cargos de asesinato y 46 de intento de asesinato, uno por cada persona que se encontraba en el Club Q la noche del tiroteo, lo que se traduce en una condena a más de 2.000 años de prisión sin posibilidad de libertad condicional.
“Intencionalmente y después de una deliberación causé la muerte de cada víctima”, dijo ante el juez Michael McHenry.
Aldrich, en tanto, no admitió ni disputó dos cargos por delitos de odio, uno grave y otro menor.
“Esta cosa que está sentada en este tribunal no es un ser humano, es un monstruo”, dijo Jessica Fierro. El novio de su hija fue asesinado esa noche. “El diablo le espera con los brazos abiertos”.
“Por favor, su señoría. Le ruego que encierre a este animal en lo más profundo del infierno”, agregó Cheryl Norton, madre de Ashtin Gamblin, quien recibió hasta nueve disparos, pero sobrevivió.
La declaración de culpabilidad se produce siete meses después del tiroteo y evita a las familias de las víctimas y a los sobrevivientes un juicio largo y potencialmente doloroso.