Esta mañana cientos de personas se apuestan en las afueras de la Penitenciaria Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) ubicada en Támara, Francisco Morazán, para exigir información de sus parientes reclusas.
«No nos dicen nada, estamos desveladas y preocupadas, no hemos comido ni dormido porque mientras no le den información a uno no podemos estar bien», dijo una familiar de una encarcelada.
Una madre se trasladó desde el municipio de Choloma, Cortés, hasta este recinto penitenciario para conocer si su hija está muerta o es sobreviviente de esta lamentable tragedia que dejó como saldo 46 reclusas muertas.