El funeral de Estado del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, fallecido el lunes a los 86 años de edad, reúne este miércoles en la catedral de Milán (norte), su ciudad natal, a sus familiares y allegados, así como autoridades nacionales y europeas, entre otros asistentes.
Las exequias darán comienzo a las 15.00 horas en el Duomo presididas por el arzobispo de Milán, monseñor Mario Delpini, mientras el país vive una jornada el luto nacional con las banderas a media asta en señal de duelo.
Los restos mortales del magnate, fallecido en el hospital San Raffaele de Milán a causa de una leucemia, han sido velados en privado en los últimos dos días en su mansión de la cercana localidad de Arcore por sus familiares, amigos y socios más cercanos.
En su funeral participarán los principales representantes del país, como el jefe del Estado, Sergio Mattarella, y Giorgia Meloni, primera ministra del Gobierno de coalición del que el partido de Berlusconi, la conservadora Forza Italia, forma parte. También acudirán su novia, la diputada Marta Fascina, sus cinco hijos -Marina, Pier Silvio, Barbara, Eleonora y Luigi-, entre otros familiares, y la plana mayor de su círculo de confianza y de su formación.
En total, la catedral de Milán acogerá a unos 1.800 asistentes, según el cálculo hecho en la víspera por los organizadores de la ceremonia, que contará con estrictas medidas de seguridad.
Entre ellos se espera a numerosos rostros conocidos de la política italiana, como su amigo el vicepresidente del Gobierno y aliado, el ultraderechista Matteo Salvini, y también rivales como la secretaria del progresista Partido Demócrata, Elly Schlein, aunque también habrá algunas ausencias, como la de Giuseppe Conte, ex primer ministro y líder del M5S.
La Comisión Europea estará representada por el comisario de Economía y ex primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, pues la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, se encuentra en un viaje oficial en América Latina. También se espera la presencia del líder del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, así como de políticos del continente como el primer ministro húngaro, Viktor Orban, según avanzan los medios. Otros países estarán representados por ministros u otras autoridades, como España, que enviará al embajador en Roma, Miguel Ángel Fernández-Palacios.
En la enorme explanada que precede al templo se prevé que se congreguen miles de seguidores y simpatizantes, hasta 10.000 según varios medios, que podrán seguir la liturgia desde dos pantallas gigantes.
Los funerales de Estado en Italia están reservados a presidentes de organismos constitucionales, incluso después de que expire su mandato, a los ministros en el ejercicio de sus funciones o a personalidades que hayan ofrecido altos servicios a la patria. Su celebración sigue un protocolo estricto: el féretro debe ser trasportado por seis agentes de los Carabineros en uniforme de gala y recibirá honores militares a la entrada y salida del templo.
La decisión del Gobierno derechista de Meloni de rendir este alto tributo a Berlusconi, así como la de decretar una jornada de luto nacional, han recibido numerosas críticas por parte de algunos de sus oponentes. Lo ven «inoportuno» al ser un político tan polémico, envuelto en escándalos sexuales, que tuvo que realizar servicios a la comunidad en un geriátrico por su condena por fraude fiscal, acusado de mantener supuestos vínculos con logias masónicas como la P2 y autor de incontables artimañas políticas.