«¡Un comando no abandona a otro comando, ninguno se queda atrás!», ha sido el mensaje que las Fuerzas Militares de Colombia lanzaron en sus redes sociales para actualizar el estado de la búsqueda de Wilson, el pastor belga malionis que desapareció mientras colaboraba en el rescate de los cuatro hermanos desaparecidos durante 40 días en la selva colombiana.
A pesar de que el pasado fin de semana se habría completado la Operación Esperanza con el rescate de los niños, el operativo sigue activo buscando a uno de sus efectivos. Ahora, las autoridades que siguen buscando a Wilson, han revelado los últimos detalles de su desaparición.
Aunque las autoridades no han concretado la edad, la edad del can sería de entre seis meses y un año y medio. Además, existe discrepancia acerca del entrenamiento que había llevado a cabo.
Regresó, pero volvió a huir
Según informó el coronel Gustavo Narváez Orozco a Semana, el 18 de mayo se perdió tras obedecer a su guía y meterse selva adentro. «Fue muy extraño porque el perro está entrenado para eso, para meterse en profundidad y volver donde su amo», anotó el coronel.
Sin embargo, le encontraron un par de días después: «El 20 de mayo, nuestro personal observa al perro, el guía se acerca y el canino en una reacción poco normal, emprendió la huida y no lo volvimos a ver».
No fue hasta el 6 de junio cuando volvieron a encontrarlo aunque, quienes lo vieron, alertaron de que algo no iba bien. «Quien lo vio, lo vio un poco flaco. Intentaron acercarse con comida, llamados y una perrita que llevamos de la Defensa Civil. La mandaron para que le buscara juego a Wilson, entretenerlo, acercarnos y ubicarlo. Apenas nos vio, huyó y esa fue la última vez que tuvimos contacto con él», concluyó Narváez.
Pudo haber estado con los niños
Según el coronel, durante la búsqueda pudieron apreciar una huella que, en una primera instancia, podría pertenecer a uno de los niños. Sin embargo, su asombro fue aún mayor cuando, durante el análisis, observaron la huella de un perro justo al lado. «Encontramos huellas de los niños y Wilson. Nunca perdimos la fe. Pero en ningún momento se especuló o aseguró que el perro estuviera con los niños. Era una posibilidad y hay que esperar que dicen los pequeños».
Según Gustavo Narváez, que el perro topara con un animal que le intimidara es una posible respuesta a su desaparición. «En la selva hay animales como caimanes, jaguares, panteras, anacondas. Cualquiera de estas fieras puede intimidar a nuestro perro, asustarlo y él cambiar su comportamiento», destacó.
Carlos Andrés Villegas, voluntario de Defensa Civil que se adentró en la selva colombiana y que trabajó con Wilson durante las labores de búsqueda, matiza sin embargo que el can no había sido entrenado para operaciones de rescate y estaría acostumbrado a otro tipo de actuaciones con los agentes. Su paradero, pues, sigue siendo un misterio.