Los fieles católicos en Jerusalén celebraron la Solemnidad del Corpus Christi con varias liturgias animadas por los franciscanos Custodios de Tierra Santa. El Santísimo Sacramento fue llevado hasta el Santo Sepulcro para ser adorado.
De acuerdo a la Custodia de Tierra Santa (CTS), las celebraciones en el interior de la Basílica del Santo Sepulcro comenzaron el miércoles 7 de junio, con el rezo de las primeras Vísperas, oraciones que forman parte de la Liturgia de las Horas y que los religiosos y sacerdotes rezan en unión con toda la Iglesia.
Luego la custodia con el Santísimo fue llevada en procesión, dando tres vueltas alrededor del edículo del Santo Sepulcro, una pequeña edifiicación construida en medio del templo y que resguarda la tumba del Señor.
En la madrugada del jueves 8 de junio, frente al edículo, también llamado de la Anástasis (Resurrección), se rezó el Oficio de la Vigilia, en el que se recogen textos bíblicos y otras oraciones relativas a la Eucaristía.
Al amanecer, el Patriarca Latino de Jerusalén, Mons. Pierbattista Pizzaballa, presidió en el mismo lugar una Misa. Según Christian Media Center, medio audiovisual de la CTS, el Arzobispo señaló que celebrar al Cuerpo y la Sangre del Señor es “celebrar la verdad y la realidad de la vida de Cristo y la verdad de nuestra vida en Él”.
“Cristo es verdadero, es real, es el viviente, no es un simple mensaje de bondad. Él es el corazón del mundo y de la historia, la presencia misteriosa que quiere entrar en relación real con nosotros”, enfatizó el Patriarca.
Al término de la Misa, se realizó una solemne procesión y el Corpus Christi recorrió nuevamente tres veces el perímetro del edículo. Luego, el Patriarca Pizzaballa, portando la custodia, entró con el Santísimo Sacramento hasta donde está la tumba del Señor resucitado.
Al salir, el Santísimo fue adorado y se impartió la bendición eucarística a los fieles, religiosos y peregrinos.
La Iglesia Católica conmemora el Corpus Christi el jueves siguiente al domingo de la Solemnidad de la Santísima Trinidad. En algunos lugares, la celebración se traslada al domingo posterior.