El papa Francisco regresó al hospital para someterse a una intervención quirúrgica abdominal y permanecerá hospitalizado varios días, informa la Oficina de Prensa del Vaticano este miércoles.
«El santo padre al final de la Audiencia General se dirigió al Policlínico Universitario A. Gemelli donde, a primera hora de la tarde, será sometido a una intervención quirúrgica de laparotomía en la pared abdominal, con implantes, y utilizando anestesia general», dijo el Vaticano en un comunicado este miércoles.
«La operación, dispuesta en los últimos días por el equipo médico que asiste al santo padre, se ha hecho necesaria por una hernia incisional lacerada que le está provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran», dijo el Vaticano en un comunicado este miércoles.
Técnicamente llamada laparotomía, la intervención requiere anestesia general y está destinada a reparar una hernia que, según el Vaticano, está causando síntomas «recurrentes, dolorosos y que empeoran». Según fuentes médicas, es probable que la intervención esté relacionada con la cirugía a la que se sometió el papa Francisco en 2021 para extirparle la mitad del colon.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, también dijo que se espera que el Papa tenga una «recuperación funcional completa».
La estancia del papa en el hospital en Roma «durará varios días» con el fin de permitirle al pontífice «el normal desarrollo postoperatorio, dice el comunicado del Vaticano.
La cirugía del papa llega un día después de que Francisco Fuera llevado a un hospital de Roma para exámenes de chequeo. El papa regresó a su residencia más tarde ese día.
Francisco fue hospitalizado a finales de marzo con una infección respiratoria que el Vaticano dijo más tarde que fue diagnosticada como bronquitis, por lo que recibió tratamiento antibiótico intravenoso y fue dado de alta después de tres días.
Además de su cirugía de colon hace dos años, al Papa Francisco le extirparon parte de un pulmón después de un grave ataque de neumonía cuando era joven. Más recientemente, en 2019 se sometió a una cirugía ocular en la Clínica de Pío XI de Roma para tratar una catarata, y también ha luchado contra el dolor crónico de ciática.
Al pontífice también le falta parte de un pulmón, que le fue extirpado cuando era joven en su Argentina natal.
Durante el año pasado también experimentó problemas de rodilla que lo han confinado en gran medida al uso de un bastón o una silla de ruedas.
Si Francisco quedara incapacitado durante algún tiempo, el Vaticano podría encontrarse ante una especie de crisis constitucional. En el sistema católico no existe un «vicepapa», es decir, alguien que pueda ejercer la autoridad del papa en su ausencia.
El Secretario de Estado del Vaticano, actualmente el cardenal italiano Pietro Parolin, puede supervisar la gestión cotidiana, pero no tiene autoridad, por ejemplo, para nombrar obispos o crear o suprimir diócesis en todo el mundo.
En una entrevista con el diario español ABC en diciembre del año pasado, Francisco dijo que ya había preparado una carta de renuncia en caso de incapacidad médica permanente poco después de su elección en 2013, según informó CNN.
A pesar de sus problemas de salud, el pontífice tiene programados algunos viajes para el segundo semestre de 2023, con un viaje a Mongolia del 31 de agosto al 4 de septiembre, que será uno de los lugares más remotos a los que ha viajado, y la visita a la Jornada Mundial de la Juventud, del 2 al 6 de agosto en Portugal.