El caudal del río Santa Lucía está en un mínimo histórico y el principal embalse de Uruguay, ubicado en Paso Severino, de donde se extrae el agua corriente que nutre a Montevideo y su zona metropolitana, está a 20 días de secarse si no caen lluvias suficientes.
La sequía que vive Uruguay es “la más importante del último siglo”, según dijo el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet). Los meteorólogos atribuyen la falta de lluvias al fenómeno de La Niña que ha afectado a esta zona del mundo durante los últimos tres años y que, según los expertos, estaría llegando a su fin.
La cota del embalse está en los 26 metros, debajo del nivel crítico marcado en rojo. Se trata de un mínimo histórico, diez metros debajo de lo habitual para esta época del año, cuando habitualmente el agua rebasa la represa.
Muy cerca de Paso Severino se encuentra el otro embalse de agua que aprovisionaba a la capital: Canelón Grande. Este ya está casi completamente seco.
Los vecinos de Canelón Grande dicen que nunca vieron así el embalse. Cerca de allí, donde antes solían bañarse, ahora solo ven tierra seca y árboles que dejan ver sus raíces.
Al lado de la represa de Canelón Grande hay una zona de picnic y para hacer asados, que antes daba al embalse del río. Donde el agua lo cubría todo, ahora hay pasto, barro, arena y raíces. Los visitantes pueden pasear a pie por donde antes solo podían llegar en bote.
Aunque Uruguay está ubicado sobre una de las mayores reservas de agua dulce del mundo -el acuífero Guaraní- y en una zona llena de ríos y arroyos, cerca de la mitad de la población está recibiendo agua salada por el grifo. Ante la falta de líquido, las autoridades de Obras Sanitarias del Estado (OSE) cambiaron a fines de abril su composición que en rigor ya “no es potable”, aunque sí es “bebible”.