En la Homilía Dominical celebrada por Monseñor José Vicente Nácher, el arzobispo de Tegucigalpa enfocó su mensaje en que los hondureños deben reforzar su fe.
«La fe no es una opción secundaria, es la participación de una realidad que nos supera, nos envuelve y nos sostiene, una realidad que nos da como amor en el padre, comunión en el hijo y gracia en el espíritu santo. Entremos en el misterio sin miedo, abracemos la vida con ilusión. Cuando cruzamos el umbral del misterio, estamos entrando en nuestro propio misterio existencial, ese misterio humano que tan cercano y desconocido nos es. El cristiano entra en Dios por la fe para vivir en él para siempre».
Nácher también tocó el tema de los misterios de Dios. «Vivimos en el misterio de Dios, asimilamos la palabra misterio como algo desconocido, temible y escondido., Pero el misterio de Dios es amor que se nos revela como Padre, hijo y Espíritu Santo, la Santísima Trinidad».
«No hay nada que nos haga tan personas como el misterio de Dios, de él venimos y en él existimos. La humanidad es el reflejo de la Santísima Trinidad. La fiesta de la Santísima Trinidad es aceptación amorosa de una realidad siempre mayor a nosotros. Solo se vive plenamente cuando se cree, en sí mismo, en el amor. La plenitud de la fe está en la fe en Dios», concluyó el mensaje de José Vicente Nácher.