La Secretaría de Defensa y el Estado Mayor Conjunto entregó un reconocimiento a la trayectoria periodística del director general de HCH Televisión, Eduardo Napoleón Maldonado.
El comunicador, con más de 40 años de labor en medios de comunicación, recientemente fue acreedor de la máxima presea al periodismo hondureño, el premio Álvaro Contreras que otorga el Colegio de Periodistas de Honduras (CPH).
Agradeciendo a Dios y haciendo un llamado al cese al odio y más amor por Honduras, el periodista inició su discurso de agradecimiento.
“Felicito a las Fuerzas Armadas porque hoy son una institución más tolerante a la crítica, más respetuosa de la dignidad humana y más cercana a su pueblo”, expresó Maldonado.
“Como periodista siempre he sido un defensor de la libertad de pensamiento, de la libertad de expresión y de la libertad de prensa. ¡Todas estas libertades están hoy BAJO AMENAZA!”
“Y si el pueblo no tiene la libertad de pensar diferente, de disentir, de cuestionar y de expresarse libremente, ya sea por sus propios medios o a través de los medios de comunicación, entonces la Democracia, la Libertad y la Paz están en grave peligro”, alertó.
“Como periodistas demandamos el libre acceso a la información pública y que se termine, de una vez por todas, esa práctica de declarar seguridad nacional todo aquello que se quiere mantener oculto, a oscuras, en secreto. ¡El pueblo tiene derecho a saber en qué se gastan sus recursos!”, apuntó.
“Las Fuerzas Armadas son las llamadas a defender la Integridad Territorial y la Soberanía, pero creo que hoy en día su rol más importante es ayudar a mantener la paz, el orden público, el imperio de la Constitución y la Democracia que tanto nos ha costado”, recalcó el periodista homenajeado.
A continuación parte del discurso de Eduardo Maldonado:
A nuestros soldados hoy les digo:
GRACIAS, GRACIAS… por ser la ESPERANZA de este pueblo que anhela paz y seguridad.
HONDURAS SE DESANGRA y ustedes, por mandato constitucional, han sido los llamados a cooperar con la Policía Nacional para la conservación del orden público.
Cuando veo a nuestros humildes soldados, curtidos por el sol, encaramados en patrullas destartaladas y tratados de forma INDIGNA, pienso en lo INGRATO que somos los seres humanos.
¡Más dignidad para la tropa, señores Comandantes!
En cada uno de estos soldados hay que ver más allá de ese muchacho de tierra adentro que va y se enlista en el batallón por convicción o porque no hay más opción.
Hay que verlos como HÉROES y como hijos de esa madre abnegada que sufre en silencio o como el padre de esos niños chiquitos que no ven la hora y el día de que el noble soldado vuelva a casa para estar entre sus brazos.
En HCH nos ha dolido y hemos derramado lágrimas cuando hemos informado sobre la muerte de algún joven soldado.
Nos duele porque también tenemos hijos y sabemos que detrás de cada hecho violento hay una madre destrozada, un padre que llora, hay hijos huérfanos que sufren, hay viudas a la deriva.
Por su entrega y sacrificio, respeto a cada joven que porta con ORGULLO Y CON HONOR ese uniforme y pido a DIOS los proteja cuando los veo bajo el ardiente sol, con el fusil al hombro y cargando sobre sus espaldas una responsabilidad inmensa que ni ellos mismos han dimensionado.
Como periodista, he conocido los aciertos y desaciertos de la institución, les hemos APLAUDIDO y los hemos DENUNCIADO cuando ha sido necesario.
¡Porque manzanas podridas hay en toda institución!
Como hondureño, como soldado del pensamiento, mi sueño es ver en cada uno de ustedes reflejados los IDEALES DE LIBERTAD Y JUSTICIA QUE MORAZÁN DEFENDIÓ con su vida.
Sueño con ver en cada soldado el CORAJE Y LA VALENTÍA DEL INDIO LEMPIRA, EL SEÑOR DE LA SIERRA, defendiendo a su pueblo de la opresión y la dominación.
Sueño con ver en cada soldado esa personalidad intachable de nuestro general José Trinidad Cabañas.
Hoy, LA GUERRA NO ES ENTRE PAÍSES, el enemigo a vencer es:
- La inseguridad
- El narcotráfico
- El crimen organizado
- Los incendios forestales
- La calamidad por fenómenos naturales
En los momentos más difíciles de nuestra historia, cuando HEMOS ESTADO DE RODILLAS, humillados o bajo el fango, los primeros en llegar y los que han permanecido siempre han sido nuestros nobles soldados.
No han sido ni los políticos ni los funcionarios ni los periodistas ni los que viven de las ONG. Los primeros en extender esa mano fraterna siempre han sido nuestros soldados.
Quiero terminar mis palabras citando unas palabras que para ustedes son muy familiares:
Y si un día la Patria nos llama,
en defensa del suelo sagrado,
la bandera ondeará con orgullo
en el pecho de cada soldado.