La temporada de huracanes en el Atlántico ya está aquí, y los expertos pronostican que podría ser menos activa que en los años anteriores debido al fenómeno de El Niño.
En este período que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) marca anualmente, y que este año se extenderá desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre, el punto máximo de ciclones suele tener lugar a finales de verano, cuando hay mayor diferencia entre la temperatura de la superficie del mar y la temperatura en altura. Y en las últimas tres temporadas, la presencia de otro fenómeno, el de La Niña, propició este escenario.
En 2022, aunque los valores se situaron por debajo de lo normal, los ciclones Ian, Nicole y Fiona -que tuvieron lugar entre septiembre y noviembre- causaron estragos, especialmente en las costas de Florida y Puerto Rico. Este año, en cambio, los expertos predicen una temporada con un 40% de posibilidades de ser «casi normal», e indican que podría contar con una potencial influencia de El Niño, un fenómeno que suprime la actividad de huracanes en el Atlántico. Aunque la predicción no es definitiva.
¿CUÁL ES EL PRONÓSTICO PARA LA TEMPORADA DE HURACANES 2023?
Si bien El Niño podría apaciguar la actividad ciclónica en el Atlántico, la NOAA prevé unas condiciones favorables en la cuenca atlántica tropical. Cabe la posibilidad de que un monzón del oeste de África produzca olas y siembre tormentas atlánticas más fuertes y de mayor duración. Además, las temperaturas de la superficie del mar, que serán más cálidas de lo normal en el Océano Atlántico tropical y el Mar Caribe, podrían ser un caldo de cultivo para el desarrollo de estos ciclones.
En cualquier caso, como cada año, los expertos pronostican los siguientes rangos:
- De 12 a 17 tormentas con nombre totales (vientos de 63 km/h o más).
- De 5 a 9 podrían convertirse en huracanes (vientos de 120 km/h o más)
- De 1 a 4 podrían convertirse en huracanes mayores (categoría 3, 4 o 5 en la escala Saffir-Simpson; con vientos de 179 km/h o más)
Por el balance entre los factores favorables y desfavorables que anticipa la NOAA, se espera que la temporada no produzca grandes daños en las costas. Sin embargo, aunque los expertos confían en un 70% en las predicciones, siempre hay lugar para la incertidumbre cuando se trata de la naturaleza.
¿CÓMO SE LLAMARÁN LOS HURACANES?
Durante el siglo XIX y XX, se denominaba a los huracanes con el nombre del santo del día en el que se producían. Más adelante, el primero en utilizar nombres de personas fue el meteorólogo Clement Wragge, quien optó por los de personajes mitológicos o los de políticos que no le gustaban. Hoy en día, los encargados de desarrollar esa lista son los especialistas de la Organización Meteorológica Mundial.
Y en 2023, los nombres propuestos son los siguientes:
EL CAMBIO CLIMÁTICO, UN FACTOR CRUCIAL EN EL DESARROLLO DE HURACANES
El calentamiento global influye en el formación de huracanes, ya que cuanto más alta es la temperatura de la superficie del mar, mayor es la evaporación del agua y, por lo tanto, mayor es el huracán. Y la conciencia sobre este contexto inestable es una de las razones por las cuales la NOAA volverá a ajustar su predicción en agosto de 2023, justo antes de comenzar el pico histórico de la temporada.
En este sentido, la entidad incorporará una serie de mejoras y actualizaciones en sus modelos de pronóstico este año. Entre ellas, el despliegue de drones que ofrecerán datos más precisos sobre la actividad ciclónica, y la colocación estratégica de boyas oceánicas en la atmósfera tropical, las cuales suelen utilizarse para predecir los fenómenos de La Niña y El Niño.
El objetivo de introducir estas innovaciones es evitar que se produzcan desastres como los de temporadas anteriores. Así concluye el pronóstico Deanne Criswell, administradora de la FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias): «Como vimos con el huracán Ian, solo se necesita un huracán para causar una devastación generalizada y trastornar vidas. Entonces, independientemente de la cantidad de tormentas pronosticadas esta temporada, es fundamental que todos entiendan su riesgo y presten atención a las advertencias de los funcionarios estatales y locales».