El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado ante los diputados y senadores socialistas que tomó la decisión de adelantar elecciones generales por su «conciencia» y pensando en sus compañeros y en su «trabajo» tras la derrota en las autonómicas y municipales.
«No podía desentenderme, continuar como si tal cosa», ha dicho en la reunión celebrada en el Congreso de los Diputados tres días después de las elecciones autonómicas y municipales, en las que el PSOE perdió la inmensa mayoría de su poder territorial.
«Ningún líder puede mirar hacia otro lado cuando los suyos reciben un castigo tan inmerecido», ha añadido. Sin analizar los resultados o hacer alguna autocrítica, ha admitido que le gusta ganar y le «duele perder». «Faltaría mas» y ha confesado que «cuando más me duele perder es cuando las consecuencias inmediatas caen en las personas que quiero».
«La derecha y la extrema derecha está envalentonada»
El secretario general del PSOE ha pedido a todos los parlamentarios socialistas dar «la batalla» aunque el trabajo que haya por delante sea «descomunal», porque la derecha y la extrema derecha «está envalentonada y no tiene ningún pudor» en volver atrás.
«Tenemos una tarea descomunal, tan grande que necesitamos a toda la gente que quiera construir España y no mirar atrás sino hacia adelanta», ha dicho pese a que «a todos nos coge cansados».
En referencia a la fecha de las elecciones ha mostrado su comprensión con los que se quejan de la elección de la fecha elegida para la votación en pleno verano, «también pensé en ello, sé que se acercan las vacaciones. Las primeras vacaciones completamente normales tras el covid y que necesita la sociedad descansar, y lo entiendo y me hago cargo, pero lo que se decida el 23 de julio será decisivo para España«.
Reta PP y Vox a explicar qué es derogar el sanchismo
Sánchez ha apuntado que lo único que se conoce del programa electoral del PP es que quieren derogar el sanchismo y les ha retado tanto al PP como a Vox a explicar qué significa esto, si supondrá derogar cuestiones como la subida del SMI, el ingreso mínimo vital, la Ley de Vivienda o la subida de las pensiones.
El presidente Sánchez ha asegurado que el resultado de las próximas elecciones generales tendrá efectos en la próxima década y que el 23 de julio «hay que saber si quieren que al frente del Gobierno esté una fuerza socialdemócrata o un tándem de derecha y extrema derecha que copia los métodos y proclamas que hemos visto en Washington, Budapest o Brasil».
«Para un demócrata solo hay un método para aclarar estas dudas, que es la democracia y lo mejor es que los españoles tomen la palabra», ha insistido.
Señala a los medios que «inventarán barbaridades»
Ha acusado a la derecha de traficar con la mentira, ha avisado de que desde los medios se dirán «barbaridades» de ellos porque la derecha tiene una posición de dominio en los grandes medios e indica que el partido socialista debe parar «esta corriente reaccionaria» a la que deben responder con argumentos y datos.
Asegura Sánchez que hasta las elecciones del 23 de julio «la tormenta va a ser tremenda» porque ya han tenido un «aperitivo» de «insultos y suciedad» en la campaña del 28 de mayo. En su opinión, desde la derecha unos hablarán de «pucherazo» y otros querrán detenerle como responsable de ese pucherazo. «No es nuevo, sus maestros norteamericanos lanzaron a una turba enloquecida contra el Capitolio para denunciar un pucherazo falso», ha recordado comparando así a PP y Vox con el trumpismo.
Además, considera que estos dos partidos tratarán de «crispar hasta límites insospechados» para que no se escuchen los argumentos del PSOE y lo harán, ha añadido, «desde la posición de dominio que tienen en los grandes medios». Desde ahí, ha insistido «se va a desatar una campaña aún más feroz de insultos y descalificaciones».
Pero ha resaltado que por muy poderosos que sean, «a la hora de la verdad vale lo mismo el voto de un conductor de un autobús que el del propietario de un medio de comunicación».