El Real Madrid sigue valorando las opciones que tiene para reforzar el puesto del nueve. Para ello maneja dos vías: una, fichar un delantero de renombre, que a buen seguro cueste una cantidad de tres cifras (ésta, sobre todo si termina yéndose Benzema a Arabia), y dos, traer un hombre de menos valor (por joven o porque esté en los últimos años de carrera, caso de Joselu) que pueda servir de bisagra hasta el verano de 2024, cuando se pondrán a tiro Haaland y Mbappé.
Para la primera opción, sólo en caso de que se consumara la salida de Benzema, se barajan principalmente tres nombres. Son los de Harry Kane (29 años), Vlahovic (23) y Gonçalo Ramos (21). En las últimas horas se ha unido uno más, Firmino (31) que termina contrato con el Liverpool. Y de entre todos ellos es Harry Kane, como informó AS, el preferido del cuerpo técnico.
A estas alturas el Real Madrid ya sabe lo que cuesta Harry Kane. El Tottenham lo ha tasado (deslizando la noticia en la prensa local londinense) en 100 millones de libras (115 millones de euros). La entidad Spur, además, prefiere vender al delantero a un club del extranjero, no reforzar a uno de la Premier, y en este sentido el Bayern de Múnich es el gran rival del Real Madrid.
Harry Kane es uno de los principales actores para el próximo mercado. Está en la plenitud de su carrera, pero son ya varios los veranos que ha amagado con dejar el Tottenham y, según apuntan desde su entorno, en este ya ha tomado la decisión de salir. Con todo, no es de esperar que el jugador tome una posición de fuerza o que termine pidiendo el transfer request. Así se llama en la Premier a una especie de ley no escrita según la cual el club debe facilitar la salida de un jugador que se expone públicamente ante sus aficionados diciendo que quiere dejar la entidad.