Las lluvias que bañaron la capital de Honduras, la tarde de este lunes justamente en la calle de La Alameda, evidenciaron una vez más que el Distrito Central es vulnerable.
En cuestión de minutos, el caos se apoderó de la ciudad. Los responsables: la vulnerabilidad, cerros de basura y una ciudad colapsada por el desorden.
Las calles se llenaron de agua y el sistema de alcantarillado colapsó en cuestión de minutos.