Muchos hondureños son remontados a su infancia con el hecho que les mencionen la flor de izote, que sin duda alguna es un ingrediente que le da su propio toque a la gastronomía. En su mayoría, la flor de izote se combina con huevo para comerla, pero hay otros platillos que también llevan esta flor comestible para conquistar paladares.
Muchos ciudadanos sampedranos no se pueden resistir a comprar la flor de izote en los mercados, mientras que hay otros que tienen palos donde nace la flor en sus patios. Lo cierto es que el sabor de esta flor es particular, hay que saberle el punto porque si no, puede llegar a amargar el sentido del gusto.
Hoy en día, la flor de izote se sigue sirviendo en las mesas de los ciudadanos en la zona norte, que dicen que aparte de barata, la flor de izote los enamora con su sabor.