El pasado 11 de abril inició en Gracias a Dios e Islas de la Bahía un paro de labores de 1,689 maestros que exigen un ajuste salarial. Desde entonces, alrededor de 37, 795 estudiantes matriculados han perdido 28 días de clase, lo que ahonda la brecha educativa en perjuicio de sectores históricamente marginados de la población hondureña.
Esta exclusión ha sido mayor en Gracias a Dios, un departamento olvidado por diferentes gobiernos a través de los años y que hoy registra indicadores de desarrollo de los más bajos del país, así como los peores resultados en educación.