Mabel Álvarez y Rossel Reyes, padres de la pequeña Anadith Tanay Reyes Álvarez, de 8 años, que murió bajo custodia de la Patrulla Fronteriza en un centro de detención de inmigrantes en Harlingen, Texas, aseguran que su hija duró días quejándose de no poder respirar y que los agentes solo llamaron a la ambulancia cuando ya se había desmayado y era demasiado tarde.
En medio del llanto incontenible, Rossel Reyes contó que «la mataron, no la querían atender hasta que se desmayó y dijeron que no podían llamar a la ambulancia».
La madre de la niña dijo que la sostenía en sus brazos y le dijo: «ahí está tu papá y ella volteó a ver y murió… y en un segundo me van a decir que todo estaba bien y la bebé muere, ¿eso no es negligencia?» El padre agregó que su hija «estaba vomitando en los brazos de ella (de su madre)».
La Patrulla Fronteriza sostiene que la menor estaba siendo atendida cuando colapsó y luego falleció mientras la trasladaban en una ambulancia al hospital. La niña había sido operada hace tres años por problemas del corazón, pero la causa de muerte aún no ha sido determinada y el caso está bajo investigación.
La tía de Anadith Tanay, María Zelaya, que los padres de la niña querían migrar a Estados Unidos para buscar una estabilidad emocional y médica para la pequeña. «Estamos bloqueados, en shock, no sabemos ni qué hacer ni en qué condiciones está nuestro hermano ni dónde se encuentra en estos momentos, ni qué van a hacer con el cuerpo de mi sobrina», dijo.
Según el cónsul de Honduras en McAllen, Texas, José Leonardo Navas, la pequeña Anadith Tanay Reyes Álvarez, ella era nacida en Panamá y sus padres son de nacionalidad hondureña. La menor viajaba con su padre, su madre y dos hermanos mayores y estaban todos detenidos en Harlingen, Texas.
El canciller hondureño, Enrique Reina, se solidarizó con la familia de la menor y pidió a las autoridades estadounidenses, el esclarecimiento de los hechos.
