La ex primera dama de Honduras, Aguas Santas Ocaña Navarro regresó al país procedente de España, esta vez por una razón estrictamente familiar.
En su estadía en el país, la señora Aguas Ocaña decidió adoptar a cuatro niños hondureños, mismos que en su momento no pasaban por el mejor momento y las mejores condiciones de vida.
Siendo esposa del expresidente Ricardo Maduro Joest, entre 2002 y 2006, Aguas Ocaña realizó el trámite bajo todos los aspectos legales y los parámetros establecidos de los cuatro menores hondureños, sin embargo, uno de ellos entró en un entrampamiento judicial.
Por esta razón, la ex primera dama se hizo presente a la Sala Civil del Poder Judicial para conocer el avance de su caso de adopción.
“Vengo para intentar concluir la adopción de mi hijo mayor que fue realizada en Córdoba, Argentina, y que luego, cuando ya mi hijo tenía 21 años, para no requerir la autorización de la familia, y cuando fue presentada ante la Corte hondureña nos encontramos con la sorpresa de que el magistrado de ese momento nos pedía la autorización de la familia”, reveló.
Según Ocaña ese requerimiento del jurista de ese momento, de la Corte Suprema de Justica anterior, era ilegal ya que su hijo Leonardo Ocaña ya era un mayor de edad hace cinco años.