Este día serán repatriados los restos mortales de Obdulia Molina Rivera, quien fue una de las cinco víctimas de la masacre registrada en Cleveland, condado de San Jacinto, Texas, la noche del pasado 29 de abril.
Molina Rivera viajó a Estados Unidos hace tres años para trabajar duro y sacar adelante a sus hijos, y comprarle una casa a su madre.
Esta catracha, quien procreó cuatro hijos, tenía comunicación constante con su madre Dunia Rivera, “Todas las semanas la llamaba, ella estaba trabajando y en las videollamadas que hacía nos enseñaba cómo vivía y todo lo que tenía. Quería comprarle una casa a mi mamá”, contó Miguel Ángel Molina, hermano mayor de Obdulia.
La mujer residía en el populoso barrio Sunseri de San Pedro Sula, en una humilde vivienda. Para sacar adelante a sus hijos, ya que era madre soltera y vendía baleadas.
Hace tres años decidió emprender su viaje a Estados Unidos, dejó a sus hijas mayores, de 11 y 7 años, y se llevó al niño que en ese entonces tenía 2 años; vivió un año en México, luego logró cruzar la frontera y tenía dos años de residir en Texas, en donde dio a luz a su cuarto hijo, quien tiene ocho meses; ambos niños sobrevivieron.
Cabe destacar que, según los parientes de la víctima no recibieron ninguna ayuda por parte de Cancillería Honduras para repatriar los restos mortales hasta tierras catrachas.