En un contenedor de basura de la colonia Betania, doña Emiliana Chirinos se gana la vida. Esta mujer se sube a una montaña de residuos y desperdicios y busca latas, botellas plásticas hierro y cobre para poderlos vender y mantener a sus seres queridos. Ella no conoce la pena porque quiere que sus nietos tengan lo mejor.
«Aquí trabajo, de aquí mantengo a mis nietos», dijo la abuela. No es fácil la vida de Emiliana, tampoco la de sus nietos que a veces reciben burlas de otras personas.
«Mis nietos son humillados les dicen que ellos tienen que estar entre la basura, pero yo soy la que pasa ahí y no ellas. Confío en Dios que mi situación mejorará», dijo Chirinos.
Gracias a HCH y al buen corazón de Eduardo Maldonado, fue posible llevarle ayuda a esa humilde mujer recicladora. Un camión cargado con camas y canastas básicas llegó hasta la humilde vivienda de doña Emiliana, llenándola de alegría.
La historia no termina ahí, su nieta le pidió un traje de militar para ir a la escuela en un acto cívico y doña Emiliana no pudo comprárselo lo que le partió el corazón. «Yo no tenía para comprarlo, me fui a buscarlo al mercado y no lo encontré», dijo la abuela.
HCH llevó a la niña hasta donde fabrican esos uniformes y gracias al jefe del Estado Mayor Conjunto, giró instrucciones para que le elaboraran el uniforme militar a la pequeña que reaccionó muy contenta.