El presidente Nayib Bukele ha redoblado su ofensiva contra las pandillas en El Salvador. El controvertido mandatario ha ordenado la movilización de más de 5.000 oficiales de las fuerzas armadas y 500 policías para dar con los responsables del asesinato de un oficial el martes, mientras realizaba labores de patrullaje en Chalatenango, al norte del país. Esta nueva demostración de fuerza contra las pandillas se da en momentos cuando la Asamblea Nacional ha aprobado una nueva prórroga al régimen de excepción, con lo que queda vigente la suspensión de garantías jurídicas por 30 días más. “Pagarán caro por el asesinato de nuestro héroe”, ha advertido Bukele.
El asesinato del oficial fue informado por la Policía Nacional en un escueto mensaje publicado en redes sociales. Según el informe, el policía fue atacado por pandilleros mientras patrullaba junto a otros oficiales en la comunidad de Nueva Concepción, en la norteña provincia de Chalatenango. “Un terrorista fue capturado en el lugar. Ejecutamos operativo para dar con los otros responsables”, informó la Policía. Bukele reaccionó furibundo ante el ataque y en una serie de mensajes en sus redes sociales arremetió contra organizaciones de derechos humanos, periodistas y medios de comunicación que critican su controvertida estrategia de seguridad. “Los pandilleros que aún quedan en nuestro país acaban de asesinar a uno de nuestros héroes. Pero ahí no dirán nada las ONG de “derechos humanos”, ellos solo velan por los derechos de los criminales”, dijo el mandatario.
Bukele ha aprovechado este nuevo ataque para pedir que se extienda el régimen de excepción impuesto hace un año por su Gobierno como estrategia para eliminar a las pandillas que durante décadas sembraron el terror en el país centroamericano. El mandatario ha pedido una nueva extensión “hasta terminar por completo con esta peste”, ha dicho. El Parlamento salvadoreño, controlado por Bukele, amplió el régimen a petición del ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro. La solicitud fue aprobada con un total de 67 votos de los legisladores. “Esta es una estrategia innovadora, contundente y para bien de todas las mayorías, esa es la democracia que quiere tener el presidente Nayib Bukele, donde los gobiernos, los órganos de Estado escuchan las demandas de la población y las solucionan”, ha dicho Villatoro tras hace la petición a los diputados.
Con la nueva extensión del régimen de excepción bajo el brazo, Bukele se ha mostrado envalentonado y con una nueva puesta en escena mediática ha anunciado la movilización de miles de oficiales de las fuerzas armadas para dar con los culpables del asesinato del policía. “Ante el homicidio ocurrido ayer de un agente de nuestra Policía por parte de pandilleros que aún se encuentran en algunos sectores de nuestro país, escondidos, huyendo del Régimen de Excepción desde esta madrugada establecimos un cerco de seguridad alrededor del municipio de Nueva Concepción, Chalatenango, con más de 5,000 elementos de las Fuerzas Armadas y 500 de la Policía en búsqueda de los responsables del homicidio y toda la estructura de pandilleros y colaboradores que aún se esconden en ese lugar. Pagarán caro por el asesinato de nuestro héroe”, ha advertido. El video muestra la movilización de miles de soldados en una nueva demostración de fuerza del mandatario.
Desde que inició la guerra contra las maras del presidente salvadoreño, las autoridades han capturado a más de 68.000 personas acusadas de formar parte de estas agrupaciones. Hasta la fecha han sido liberadas al menos 5.000 personas que, tras las investigaciones de la fiscalía, no tienen vínculos con las pandillas. Esta estrategia de seguridad de Bukele ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos que han advertido de violaciones a las garantías de los detenidos. Un informe de Human Rights Watch (HRW) ha denunciado “abusos a gran escala” en los centros penitenciarios del país centroamericano bajo el régimen de excepción decretado desde marzo de 2022, que incluye hacinamiento extremo, violaciones del debido proceso, falta de garantías, detenciones masivas y muertes bajo custodia.