Mientras el Barcelona estaba celebrando la obtención del título de liga, a un costado del campo los ultras del Espanyol comenzaron a meterse a la cancha.
Decenas de aficionados vulneraron el dispositivo de seguridad y se acercaron para atacar a los catalanes que salieron corriendo al ver ingreso no autoriado.
Los ultras se enfrentaron con los miembros de la seguridad y hasta lanzaron algunas vallas publicitarias.
De inmediato los jugadores del Barcelona se metieron al túnel donde comenzó el caos.