Mientras algunos hijos celebran junto a sus madres, otros recuerdan con tristeza la pérdida irreparable de ese ser amado que les dio la vida.
En el cementerio Tierra Santa son pocas las personas que llegaron, pero fieles a su tradición y con flores en mano, coronaron a sus madres difuntas.
«Mi mamá va a cumplir 11 años de fallecida, es difícil recordarla así, siempre que tengo oportunidad vengo a dejarle flores», dijo la hija de Guadalupe Valladares, una madre que partió hace años.