Los problemas por extorsión no se detienen, a medio vapor operan los buses de la ruta de Río Abajo-Miller-Centro. Pocos autobuses al igual que pasajeros se observan en la terminal ubicada en el centro de la capital.
Los conductores de las unidades mencionan que se aumentó el impuesto de guerra y eso imposibilita que sigan trabajando. Así, mismo que hay una nueva estructura criminal que los está extorsionando. Los transportistas claman por seguridad en las unidades.