Canadá vive una primavera cálida y seca: los incendios forestales se ven favorecidos por temperaturas que superan, en algunos lugares, hasta en 15 grados el promedio habitual. El viento y la sequía favorecen la propagación de las llamas: más de 375.000 hectáreas de terreno ya se han quemado en Alberta.
Según las autoridades, 107 incendios estaban activos en la provincia el pasado fin semana. 28 de ellos no han podido ser controlados. La primera ministra de Alberta, Danielle Smith, declaró el estado de emergencia el sábado (6.05) debido a la «situación sin precedentes».
No están de vacaciones, sino refugiándose en las afueras de Drayton Valley, en el centro de Alberta. La gente acampa en caravanas. Los 7.000 vecinos de la pequeña localidad tuvieron que abandonar sus casas el fin de semana a causa de los incendios forestales. En total, casi 30.000 personas fueron evacuadas en Alberta.
«Todos los recursos deben usarse para luchar contra la crisis sin precedentes», dijo Smith. La situación es delicada: “Bastan unas pocas chispas para desencadenar incendios terroríficos”. Se espera que continúen los vientos fuertes y temperaturas altas durante los próximos días y semanas.
Durante el fin de semana hubo aguaceros aislados en el sur de Alberta. «Esto ha permitido a los bomberos avanzar hacia zonas a las que no habían podido acercarse antes debido a los incendios extremos”, dijo una portavoz de la Agencia de Protección contra Incendios Forestales de Alberta, pero en el norte «continúan las condiciones difíciles y extremas».
Las personas que huyen de los incendios pueden registrarse y recibir alimentos en este centro de evacuación en la capital provincial de Alberta, Edmonton. Algunos de los afectados fueron puestos a salvo con balsas o helicópteros. Según Smith, hay miles de canadienses más llamados a prepararse para una evacuación.
En otras regiones de Canadá, el problema no es el fuego, sino el agua: en la provincia vecina de Alberta, Columbia Británica, las temperaturas récord han provocado que la nieve se derrita tan rápido que los ríos se han desbordado en algunos lugares. Las fuertes lluvias y el deshielo también causaron inundaciones en Gatineau (imagen), en la provincia oriental de Quebec.
El oeste de Canadá se ha visto afectado por fenómenos meteorológicos extremos durante varios años. Ya ha habido más de 360 incendios forestales este año, «significativamente más que en años anteriores”, dijo Christie Tucker, de Alberta Wildfires. Según los investigadores, el calentamiento global aumenta la intensidad y la probabilidad de eventos climáticos extremos.