El miedo, pánico e incertidumbre desde ya invade a los hondureños y a otros latinos tras la aprobación de las reformas antimigratorias aplicadas para el estado de Florida, Estados Unidos de América.
El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, promulgó este miércoles una dura ley migratoria que persigue la inmigración irregular y consolida su controvertido programa de reubicación.
El texto fue respaldado por la mayoría conservadora de la Cámara de Representantes y el Senado estatales. Se prevé que entre en vigor el próximo 1 de julio.
La ley promulgada por DeSantis proporciona 12 millones de dólares a la iniciativa de reubicación de migrantes que él mismo ha impulsado, y que el año pasado se materializó con el envío de un grupo de migrantes que llegaron a Texas a Martha’s Vineyard, en Massachusetts, una acción dirigida a protestar contra la política migratoria del Gobierno federal.
También prohíbe a los gobiernos locales otorgar fondos a organizaciones que emitan documentos de identidad a personas que se encuentran de manera irregular en el país e invalida las licencias de conducir emitidas en otros estados en posesión de inmigrantes no autorizados.