A 16 meses de la gestión de Xiomara Castro, Honduras sigue figurando internacionalmente como uno de los países más corruptos del mundo.
Edmundo Orellana se preguntó: «¿Cómo es posible que no nos hayamos dado cuenta que todas las instituciones del estado estaban a la orden de los capos de la droga? ¿Cómo es posible?, eso significa que somos el país más corrupto del mundo, pero debemos trabajar para ya no serlo».
Saúl Bueso analista político, dijo que «si no toma medidas a favor del pueblo hondureño, eso va a disminuir la credibilidad del gobierno».
«Estamos expuestos al escrutinio de la población y debemos dar respuestas sobre nuestras acciones, pero en el marco del respeto», mencionó Rodolfo Pastor de María.