Anoche se reportó nuevamente una masacre, esta vez cobró la vida de cuatro jóvenes y dos más resultaron heridos en la colonia La Joya de Tegucigalpa.
Uno de las cuatro víctimas era Diego Alejandro Velásquez Reyes, quien apenas tenía 17 años de edad, anoche había salido a comprar a la pulpería y varios hombres armados lo atacaron a disparos.
De forma desgarrada, el papa de Diego Velásquez narró los últimos instantes que vivió su hijo antes de convertirse, junto a su mejor amigo, en víctimas de la nueva masacre que enluta a cuatro familias hondureñas.
“Lamentablemente la violencia cobra la vida de un niño con un gran futuro, con grandes sueños, luchando para ser alguien en la vida. Sus sueños fueron truncados ayer sábado 6 de mayo y pasó de la manera más fea”, narró.
Y mientras las lágrimas corrían por su rostro, agregó que “Mi hijo (Diego) sólo fue a la pulpería”.
Según el testimonio del padre de Diego, su hijo y el mejor amigo murieron por estar en el lugar y momento equivocado.
Finalmente, recordó algunas virtudes del extinto joven. “Era un varón alegre, serio, muy maduro, líder de sus hermanos. Le gustaba jugar mucho pelota, era muy bueno jugando pelota. Quería mucho al Olimpia. Era un niño estudioso y muy inteligente”, dijo.
Como Diego Alejandro era menor de edad sus restos fueron los últimos en ser entregados a sus parientes, quienes ahora lo velarán en la iglesia católica de la colonia Kennedy, en la capital de Honduras.
Familiares retiran restos de Diego Reyes, menor muerto en masacre