Fuertes bombardeos sacudieron la capital sudanesa Jartum este sábado (29.04.2023), en un momento en que los feroces combates entre el ejército y los paramilitares entran en su tercera semana, a pesar de la prórroga de una frágil tregua.
Sudán se encuentra sumido en el caos desde el 15 de abril, cuando estalló una lucha por el poder entre las tropas del general Abdel Fatah al Burhan, líder de facto del país desde el golpe de 2021, y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), liderado por el general rival Mohamed Hamdan Daglo.
Burhan y Daglo acordaron múltiples treguas desde el inicio del conflicto, pero ninguna se ha mantenido y cada bando culpa al otro de violarlas. Un nuevo alto al fuego de tres días fue acordado el jueves tras una mediación de Estados Unidos, Arabia Saudita, la Unión Africana y la ONU. Sin embargo, no ha sido respetado.
Los habitantes que no han podido huir llevan semanas atrincherados en sus casas y se enfrentan a escasez de alimentos y agua. Los combates han dejado hasta ahora al menos 512 muertos y 4.193 heridos, según el Ministerio de Salud.
En una entrevista con la cadena Alhurra, Burhan calificó a las FAR como un grupo que busca «destruir Sudán» y afirmó que «mercenarios» están llegando desde Chad, República Centroafricana y Níger para aprovechar el caos.
Por su parte, Daglo tachó a su rival de «traidor» que «no es digno de confianza», en una entrevista con BBC.
Decenas de miles de sudaneses han huido a países vecinos, como Egipto, Etiopía, Chad y Sudán del Sur, mientras que países extranjeros han llevado a cabo evacuaciones masivas de sus ciudadanos.