Entre los principales problemas que atentan contra el desarrollo económico y social del país, y que la inversión extranjera toma en consideración para establecerse en el territorio son clima de inversión, sectores a desarrollar, desarrollo post pandemia, protestas y seguridad jurídica.
Las constantes protestas en Honduras son un golpe de inmediato a corto, mediano y largo plazo, así lo señala el experto del Instituto de Investigación de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Ricardo Matamoros.
“Cada vez que usted cierra una carretera con dos, tres o cuatros horas que la obstaculice eso afecta el flujo económico y significa perdidas para la empresa”, dijo Matamoros.
Los expertos de la economía recomiendan diálogos directos o secretarios o ministros comprometidos con los grupos colectivos, y concluyen que se pierden miles de oportunidades laborales.
Por su parte, en 2022 se cerró con apenas 800 millones de dólares en nueva inversión extranjera directa y en 2023 podría ser entre 900 y 1,000 millones de dólares, esto si las estrategias cambian.