La visita de cuatro días a Irlanda del Norte y la República de Irlanda del presidente estadounidense, Joe Biden, acapara este miércoles las portadas de los medios, que destacan el impulso que puede dar la Casa Blanca al proceso de paz y a la economía de la isla.
El «sonriente Joe» llegó anoche a la capital norirlandesa con la «promesa de inyectar dinero» en la provincia británica, señala el Belfast Telegraph.
Ese será uno de los puntos principales que desarrollará Biden durante el discurso que pronunciará este miércoles en el nuevo campus de la Universidad del Ulster, después de mantener una reunión bilateral con el primer ministro británico, Rishi Sunak.
Según este diario, el mandatario demócrata aprovechará el incentivo de «la significativa» inversión estadounidense en la región para instar al Partido Democrático Unionista (DUP), segunda formación, a que regrese al Gobierno de poder compartido, suspendido desde hace más de un año.
El DUP se niega a entrar en un Ejecutivo liderado por el nacionalista Sinn Féin, primera fuerza, por su rechazo a los arreglos comerciales pos-Brexit para la provincia, pactados por Londres y Bruselas en el Acuerdo Marco de Windsor.
La parálisis política ha ensombrecido las celebraciones del 25 aniversario de la firma el 10 de abril de 1998 del acuerdo del Viernes Santo, el texto que puso fin al conflicto, por lo que Biden también ha pedido que se «proteja la paz» y los grandes avances efectuados desde entonces, recuerda este miércoles el diario norirlandés The Irish News.
Este medio recoge unas palabras del congresista estadounidense Richard Neal (demócrata) en la que pide a Biden que «empuje» al DUP hacia la reactivación del Gobierno de poder compartido.
«Proceso de paz y prosperidad»
Al mismo tiempo, incluye la posición del DUP al respecto, que ha advertido, por boca de su diputado Gordon Lyons, de que el presidente «debe respetar los puntos de vista de los que viven en Irlanda del Norte».
En este sentido, The Irish Times, el principal diario en la República de Irlanda, subraya este miércoles que Biden reafirmará el apoyo de su Administración «al proceso de paz y la prosperidad» de la región, pero que evitará «forzar voluntades».
Según la Casa Blanca, antes de partir este miércoles hacia Dublín a las 13.20 GMT, Biden también «tendrá la oportunidad de interactuar» con «cada uno» de los líderes de los cinco principales partidos regionales, si bien no habrá «una reunión de grupo formal», como consecuencia de sus diferencias sobre el Brexit.
Los probritánicos protestantes consideran que Biden, quien aprovecha cualquier oportunidad para hacer gala de su pasado irlandés y fe católica, es un político más próximo a Dublín que a Londres, tanto por su visión geopolítica como por sus orígenes.
Tampoco ha ayudado la brevedad de su visita a Irlanda del Norte y escasez de eventos de alto perfil, en comparación con los tres días que permanecerá en la República de Irlanda, donde están programados encuentros con el presidente, con el primer ministro, un discurso en el Parlamento y paradas en los condados de Louth y Mayo para reunirse con sus familiares y dirigirse a la ciudadanía
Binden «no es antibritánico»
A este respecto, la Casa Blanca subrayó este miércoles que el presidente Biden no es «antibritánico». En un encuentro con los medios en Belfast, la directora para Europa del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Amanda Sloat, dijo que eso, «simplemente, no es verdad» y recordó que Biden, incluida la de este miércoles, se ha reunido ya con Sunak en tres ocasiones desde que accedió al poder el pasado octubre.
Ambos, avanzó Sloat, volverán a reunirse el próximo mayo y «de nuevo en junio», lo que demuestra «cuán estrecha es nuestra cooperación con el Reino Unido».
«El presidente Biden está, obviamente, muy orgulloso de ser americano-irlandés, está orgulloso de sus raíces irlandesas, pero también en un firme defensor de la relación bilateral con el Reino Unido», agregó.