El sector transporte vuelve a ser víctima de la ola de violencia que se desata en el territorio nacional, se reporta un nuevo atentado a dos unidades de buses tipo rapiditos de la ruta Nueva Suyapa- Mercado en Tegucigalpa.
Los operadores de esta ruta habían sido amenazados que no debían laborar sino acreditaban una cuantiosa cantidad de dinero como pago de extorsión, pero la necesidad y las deudas obligó a los transportistas a trabajar.
Afortunadamente ninguna persona resultó con heridas, aunque el temor se apoderó de los transportistas que su única fuente de ingreso es este arriesgado trabajo.
La criminalidad y extorsión son flagelos que sufre la ciudadanía hondureña, desde el que tiene una pulpería, transportistas, emprendedores hasta la micro y pequeña empresa, quienes se ven obligados a pagar la cuota o a cerrar su negocio, que muchas veces es su única fuente de ingresos.