Honduras sigue siendo un país peligroso para los que se dedican a operar en el transporte, y es que este día los conductores de buses rapiditos que cubren la ruta de la colonia Nueva Suyapa-mercado en Tegucigalpa y viceversa decidieron paralizar sus unidades móviles debido al cobro de extorsión que realizan grupos criminales en el territorio hondureño.
La criminalidad y extorsión son flagelos que sufre la ciudadanía hondureña, desde el que tiene una pulpería, transportistas, emprendedores hasta la micro y pequeña empresa, quienes se ven obligados a pagar la cuota o a cerrar su negocio, que muchas veces es su única fuente de ingresos.
Por otra parte, los municipios más afectados por muertes violentas de transportistas son aquellos de mayor concentración poblacional como San Pedro Sula, Choloma y La Lima en el departamento de Cortés; La Ceiba, en la zona atlántica y Tegucigalpa en la zona centro de Honduras, según el Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (ONV-UNAH).