Cuando fueron pareja, los famosos fueron victimas de la delincuencia y afortunadamente no paso a mayores.
El conductor de “Venga la alegría”, Mauricio Barcelata estremeció a sus fans al narrar los momentos de terror que vivió al lado de quien fuera su pareja sentimental, Adriana Louvier, pues los famosos fueron víctimas de la delincuencia hace unos años.
En entrevista con Yordi Rosado, Barcelata se sinceró sobre uno de los paisajes más peligrosos de su vida, donde contó que unos hombres arremetieron en su contra, apuntando con un arma a él y a la actriz.
Según narró Mauricio que cuando tenía una relación con Adriana Louvier, tuvo un tema de «un asalto y un casi secuestro», según cuenta el conductor por primera ocasión.
De acuerdo al relató del actor en dicha ocasión no se metió a la privada donde vivía Louvier sino que se quedó a pie de calle platicando con ella. Pero se vieron interrumpidos por un par de hombres; uno de ellos, abrió la puerta de Barcelata (del lado del conductor), botaron los seguros y se subieron en la puerta de atrás, encañonando a Mauricio y agarrando sujetando a la actriz también.
Según cuenta Mauricio, aceptó irse con el par de hombres, pero les pidió que dejaran bajar a su pareja. «Yo todavía manteniendo como una ecuanimidad que no sé de dónde me salió», presume.
«No sé qué hice, no sé cómo los convencí porque esto pasa en instantes, él dice ‘órale, va’ la suelta, le abro todavía yo la puerta, me estiro con este compa que me estaba agarrando acá (en el cuello) y el cuete en la cabeza; le abro la puerta y le dijo ‘bájate’, se sale corriendo y abre el portón», recuerda.
Luego de esto, Mauricio aseguró que haría lo que le pidieran; lo primero de sus demandas, que se subiera en la parte trasera para irse con ellos.
«Me suelta, me bajo del coche, pero… súper tranquilo, abro la puerta; el que estaba detrás de mí que me agarraba el cuello se pasa para adelante (sin bajarse), se mete a la zona del piloto y en ese momento le azoto la puerta y salgo corriendo y me meto en chin… al portón», presume.
Luego de esto, cuentó Mauricio, los criminales escaparon en el automóvil, salvándose de ser secuestrados. Barcelata admitió que era la primera ocasión en que relataba la anécdota, pero asegura que fueron a la delegación, levantaron actas, pero nunca tuvieron resolución.
«Hicimos lo que teníamos que hacer», acepta. «Sucedió como sucedió, no me arrepiento de nada; porque todo sucedió bien», agrega.