El pueblo cristiano de la ciudad de El Progreso, departamento de Yoro, personificaron el camino que Jesucristo tuvo que enfrentar hasta ser colgado en un madero por amor a la humanidad.
Este viacrucis se enfatizó en reconocer nuestros pecados y exhortar a no crucificar a Jesús con nuestros actos, cabe destacar que los infantes tuvieron un enorme protagonismo en esta vía dolorosa.
Este día se concentra en la pasión de Cristo todos los pensamientos y la piedad de los fieles. Día de ayuno obligado para todos los adultos y expresa los sentimientos de contrición y penitencia con los cuales se reviven las últimas trágicas horas de Cristo.
La parroquia progreseña promueve una vivencia de fe a través de la dramatización del Camino de la Cruz, por lo que desde la preparación hasta el acto que se aprecia cada Viernes Santo, busca imprimir la espiritualidad que la Iglesia motiva.