Las principales carreteras del país ya están ocupadas por los hondureños que disfrutan las vacaciones de Semana Santa en las playas, montañas, hoteles y otros destinos turísticos catrachos que enamoran a cualquiera.
Honduras vive este 2023 la primera Semana Santa postpandemia sin mascarilla y menos restricciones, lo que esperan los empresarios del turismo que repunte el sector que fue uno de los más golpeados por la pandemia del COVID-19.
El presidente de Canaturh, Michael Wehmeyer, estimó una derrama económica de 540 millones de lempiras durante esta Semana Santa, una proyección más mesurada a la esperada hace un año, cuando la industria sin chimenea proyectaba acercarse a los 850 millones de lempiras.
La Semana Santa siempre se traduce en un impulso bastante importante para los hoteles, restaurantes, el transporte y el comercio, entre otras actividades. El feriado sin duda genera fuentes de empleo y servirá para una reactivación total del turismo.