El presidente del Tribunal Supremo de Irán, Gholamhosein Mohseni Ejei, ratificó este sábado que endurecerá las penas sobre quienes violen las leyes en el país. Para ello, ordenó a los jueces perseguir “cualquier tipo de anormalidad contra la ley y la sharia”, o ley islámica.
Ejei puso especial énfasis en la persecución de quienes protagonicen incidentes “en público” y que “perturben a la gente de fe”, luego de que, la víspera, se conocieran imágenes de dos mujeres que ingresaron en una tienda en la localidad de Shandiz sin portar el velo reglamentario. Ante esto, un hombre respondió rociándolas con yogurt en la cabeza. Horas más tarde, las autoridades judiciales del régimen avanzaron sobre el caso y emitieron una órden de arresto contra ellas.
“Las autoridades están obligadas a denunciar estos casos a las autoridades judiciales competentes para que decidan y estas autoridades judiciales deben ser igualmente diligentes en la gestión de estos casos”, agregó el líder del Supremo durante un acto.
Asimismo, estas declaraciones coincidieron con el inicio del mes santo musulmán -el Ramadán- que ha derivado en un aumento de denuncias y detenciones de mujeres que no respetan la cuestionada norma islámica que las obliga a cubrirse la cabeza, así como acusaciones contra hombres que no cumplen con el ayuno diario que conlleva este período.
“Los tribunales se encargarán con todo su poder de todo lo que amenace la seguridad psicológica y física de la gente y evitarán los casos de incumplimiento y distorsión de los derechos públicos”, remarcó en ese sentido, en un intento de llevar alivio a los ortodoxos que apelan al cumplimiento máximo de las leyes.
Estos actos son fuertemente castigados por las autoridades, que los considera “un desprecio” del sistema de la República Islámica y sus “valores”, y los adjudica a los “enemigos” de Irán en el extranjero, que desean desestabilizar al país.
Por su parte, el diputado conservador Hossein Ali Hayi Deligani respaldó la postura de Ejei y dio a la Judicatura un plazo de dos días para “eliminar las lagunas legales relativas a la castidad y el hiyab” y amenazó con tramitar una nueva ley en el Parlamento, de no obtener una respuesta positiva.
Las leyes en cuestión han sido muy debatidas en los últimos meses y le han costado a las autoridades del régimen persa críticas de toda la comunidad internacional.
El rechazo intenso contra estas disposiciones comenzó en septiembre de 2022 cuando una joven kurda -Mahsa Amini- murió por los golpes de la policía de la moral, que la había detenido por no vestir el velo reglamentario.
Este episodio despertó la ira de la sociedad iraní en general que, durante meses, salió a diario a las calles de todo el país para manifestarse. Al grito de “mujeres, vida, libertad” y “muerte a Khamenei”, la sociedad -con fuerte apoyo de los jóvenes- luchó contra las leyes misóginas y arcaicas que les son impuestas, con la esperanza de conseguir un cambio.