Katy Perry sorprendió a periodistas e invitados cuando, tras dejarse ver brevemente en un cóctel que tuvo lugar en Nueva York, confesó que no tomaría nada de alcohol. ¿Acaso está nuevamente embarazada?
La razón por la que optó por una bebida virgen —es decir, sin alcohol— es porque a finales de febrero le prometió a su prometido Orlando Bloom que dejaría de beber durante tres meses. «Hoy hago cinco semanas sobria… He estado haciendo un pacto con mi pareja y quiero renunciar«, bromeó con la revista People.
Al evento también acudieron sus compañeros de American Idol, el presentador Ryan Seacrest y los jueces Lionel Richie y Luke Bryan. Precisamente, este último le preguntó en tono jocoso si iba a sucumbir a la tentación. «¡No! No puedo sucumbir. Hice una promesa… ¡Tres meses!», aseguró a su compañero.
Como apunta el medio, el bar contaba entre su inventario con De Soi, la línea de bebidas no alcohólicas que lanzó el año pasado. Por tanto, pudo tomarse una copa y hasta compartir la receta de su cóctel favorito con los asistentes. Concretamente, una bebida de sabores cítricos llamada Golden Hour.
«Ya no puedo beber como si tuviera 20 años. Beber alcohol entre semana me mantendría fuera de juego durante un par de días, por lo que me gusta tener un poco de auto-control e ir a cenar con amigos en fin de semana cuando no estoy trabajando, etcétera. Pero realmente todo va sobre equilibrio», indicó en una pasada entrevista.
Aparte de asistir a esta fiesta, la autora de Smile se ha mostrado muy orgullosa esta semana de lo que está haciendo su pareja, Orlando Bloom. El actor viajó hasta Ucrania como embajador de Unicef para reunirse con el presidente Volodímir Zelenski, donde “discutimos proyectos de ayuda humanitaria, temas de reconstrucción enfocados específicamente en los intereses de los niños».