El cuadro clínico del papa Francisco «mejora progresivamente», después de que este miércoles fuera ingresado por una infección respiratoria y según confirmó el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni: «El cuadro clínico mejora progresivamente y prosigue el tratamiento programado».
El pontífice, de 86 años, se encuentra ingresado en el apartamento papal del hospital Gemelli de Roma aquejado de una infección respiratoria desde el miércoles. Esta noche ha descansado «bien» y por la mañana, tras desayunar, ha leído algunos periódicos y ha «retomado el trabajo» desde la habitación, han asegurado desde la Santa Sede.
«En los últimos días, el papa Francisco se había visto aquejado de algunas dificultades respiratorias y esta tarde acudió al Policlínico A. Gemelli para realizarse unos controles médicos», explicó Bruni, especificando que no se trata de una infección de Covid-19.
Según los medios, Francisco fue sometido a una TAC en el tórax y a otras pruebas médicas, que han descartado la pulmonía, y su estado de salud no preocupa tras los resultados. Estos problemas de salud se producen a solo tres días del Domingo de Ramos, que inicia los ritos de la Semana Santa, y todavía no está claro si el papa podrá oficiarlos y cómo.
Solidaridad mundial con el Papa
Su hospitalización causó sorpresa ya que el Vaticano comunicó inicialmente que el pontífice había sido ingresado «para controles programados anteriormente», sin mencionar ningún motivo, pero el papa tenía previsto esa misma tarde una entrevista para un programa de la televisión pública RAI que tuvo que ser anulada.
Habrá que ver cómo evoluciona su estado en el hospital, donde está acompañado por su enfermero personal, Massimiliano Strappetti, según los medios, para saber si podrá participar en los numerosos actos de Semana Santa en los que está prevista su presencia.
«El papa Francisco se encuentra conmovido por los muchos mensajes recibidos y expresa su agradecimiento por la cercanía y la oración», indicó el Vaticano en el comunicado.
Es la segunda vez que Francisco es ingresado en el este hospital romano, después de que el 4 de julio de 2021 fuera operado del colon, y permaneció ingresado diez días en los que llegó a oficiar el Ángelus desde el balcón del centro sanitario. Desde entonces, el papa sólo ha sufrido un problema en la rodilla derecha que le obliga a andar con bastón o con silla de ruedas y ha asegurado en varias ocasiones que no se quiere operar.